sábado, 27 de abril de 2013

GALLETAS CRUJIENTES DE SEMILLAS DE LINO

Estas galletas están inspiradas en los crackers crudos de lino, que se hacen con un deshidratador y no con el horno convencional. No tengo deshidratador y algún día probaré a imitar la versión original con el horno a muy baja temperatura...Pero esta vez tenía ganas de galletas saladas clásicas.
La receta original pide simplement semillas de lino trituradas, sal y el agua suficiente para formar una pasta manejable. Yo además he añadido semillas de sésamo, levadura de cerveza nutricional y cebollino fresco (recién cortado de mi humilde huerto en macetas). Además he triturado las semillas de lino en dos fases. En la primera hasta que se ha formado una harina, y en la segunda dejando bastantes semillas enteras o semienteras. Así tenemos la doble función, nutritiva y " amiga del intestino vago ". O enemiga, mejor dicho.
Lo que tengo que decir es que estas galletas tienen un regusto... a pescado! En efecto, los veganos o vegetarianos de hace tiempo sabemos que el aceite de lino, obtenido de sus semillas, se puede utilizar para dar a las preparaciones un sabor que nos recuerde al pescado...Con toda probabilidad son los omega 3, abundantes en el lino, los que le dan este sabor...como al pescado, de hecho. O sea que estas galletas pueden ser ideales para los nostálgicos del pescado. No es mi caso, pero tampoco me molesta el sabor... Si los no vegetarianos las comerían con salmón, no debemos extrañarnos si ya vienen con el sabor incorporado...

INGREDIENTES

Semillas de lino, aproximadamente dos tazas medianas
Una cucharada de levadura nutricional
Dos cucharadas de semillas de sésamo
Cebollino cortado, o cualquier especia o hierba al gusto
Agua necesaria para formar una masa consistente

PREPARACIÓN

Trituramos la mitad de las semillas de lino, por ejemplo en un molinillo para café, con la levadura y la sal.
Añadimos el sésamo y el cebollino y vamos incorporando agua hasta que consigamos una masa consistente aunque no demasiado dura.
Ponemos esta masa sobre un molde aceitado o con papel para horno y vamos aplanando con las manos o los dedos (que nos mojaremos de vez en cuando en agua) hasta que consigamos una masa bien fina y uniforme.
Con un cuchillo premarcamos la masa en forma de enrejado, de manera que los futuros crackers queden ya marcados y no se necesite después cuchillo.
Hacemos al horno a temperatura media alta, vigilando casi constantemente para que no se nos queme. Podemos dejarlo más o menos doradito y crujiente según nuestro gusto.




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