sábado, 25 de mayo de 2013

ALBONDIGÓN VEGANO DE TEMPEH

Esta es otra receta del libro  The Vegan Slow Cooker, que tanto estoy usando últimamente. Como uno de los ingredientes,el "caldo de verduras estilo pollo" cuya receta ya puse en este blog, pero se puede sustituir como se indican en los ingredientes por cualquier otro caldo.
Queda un pastel de tempeh muy atractivo a la vista y muy rico al paladar, al que le va muy bien el ketchup, por ejemplo. Se hace en la olla de cocción lenta, pero creo que también quedaría muy bien al vapor o al horno. Las hierbas yo las usé frescas porque las tengo en casa, pero se pueden utilizar secas reduciendo la cantidad.




INGREDIENTES

Un bote de tempeh de 250g, de sabor natural.
Una cebolla pequeña
Dos dientes de ajo
Dos tallos delgados de apio
Una zanahoria mediana
Una taza de champiñones laminados
Dos cucharadas de aceite de oliva
Una taza de pan rallado integral
Dos cucharadas de semillas de lino trituradas en molinillo y mezcladas con dos cucharadas de agua tibia
Dos cucharadas de caldo de verduras en polvo, o cuatro cucharadas de caldo concentrado "estilo pollo"
Una cucharada de tomillo fresco
Una cucharada de salvia fresca
Una cucharadita de orégano fresco
Una cucharadita de romero fresco
Media cucharadita de sal

PREPARACIÓN

Una vez sacado el tempeh del bote, lo cual suele costar lo suyo, se escurre y se hace al vapor durante diez minutos para quitarle algo de ese toque amargo que tiene.




Mientras tanto picamos la cebolla, el ajo, el apio, la zanahoria y los champiñones y los sofreímos en aceite. Yo no tenía champiñones y por eso no los veréis en la foto, pero creo que con ellos la receta tiene que quedar mucho mejor.





Sofreímos solamente hasta que la cebolla se ponga transparente. El tempeh, una vez pasado por el vapor, lo trituramos con un tenedor o similar.





Luego lo mezclamos con las verduras y también incorporamos a la mezcla la papilla de lino que teníamos preparada, y que hará las veces de huevo vegano, así como las hierbas y la sal.





Esta mezcla, que debe quedar bien compacta, se presiona en el fondo de la olla de cocción lenta, bajo cuya tapa se ponen unas servilletas limpias para recoger la humedad, y se deja cocinar entre 6 y 8 horas. O bien se hace al horno o al vapor (yo lo haría dentro de papel de aluminio) a la manera tradicional.

Queda muy bueno y se puede congelar perfectamente; salen al menos cuatro raciones que a mí me solucionan la comida en diversos días a lo largo de un mes.

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