sábado, 25 de mayo de 2013

SOPA DE ORTIGAS

La ortiga, considerada prácticamente una mala hierba, es en realidad una finísima verdura comparable a la espinaca y además mucho más rica en hierro y que se puede comer sin peligro si tomamos unas sencillas precauciones. Primero, que cuando las recojamos y manipulemos lo hagamos con guantes (yo uso unos de jardinero, aunque quizá sea exagerado), y segundo que neutralicemos sus irritantes pelillos con un breve hervido. La ortiga también puede tomarse en zumo o en infusión y tiene un sabor mucho más delicado que las espinacas.




Yo no he podido usar muchas, sólo la cantidad que veis en la foto, porque ni vivo cerca de donde puedan crecer de manera "limpia", ni las cultivo en abundancia. Sólo es que me han aparecido espontáneamente en algunas de las macetas de mi huerto urbano y he decidido no arrancarlas sino aprovecharlas.

INGREDIENTES

Unos manojos de ortigas, unos 200g si podéis; si no menos.
Dos zanahorias
Dos patatas
Sal, pimienta, aceite de oliva

PREPARACIÓN

Lavamos las ortigas (no olvidéis los guantes) y las reservamos con su caldo. Cortamos bastante menuditas las hortalizas. Ponemos en una olla con agua la patata a hervir, y cuando han pasado cinco minutos añadimos la zanahoria. A los tres minutos las ortigas. Lo dejamos hacerse todo durante unos cinco minutos, comprobamos que la patata esté hecha, salpimentamos y servimos, rociando si lo deseamos con aceite de oliva virgen.



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