jueves, 28 de noviembre de 2013

MÁQUINA PARA HACER CAKE POPS...IDEAL PARA VEGANOS

    Quería una máquina para hacer cupcakes, pero al final me quedé con esta que, además de ser más barata, tiene la particularidad de hacer pastelitos, o lo que sea de masa, con forma esférica. Se llama Cake Pop Bakery, aunque los cake pops, en realidad, se hacen de otra manera, a partir de trocitos o migas de una especie de bizcocho preparado previamente. Pero da igual: lo que sale de esta máquina está igualmente delicioso y la forma es perfecta incluso sin utilizar ingredientes animales que parecen imprescindibles para que la masa suba bien. Así que por eso digo que es una máquina ideal para veganos: estoy segura de que usando los mismos ingredientes en el horno nos saldrían unos pastelitos de una altura moderada y quizás de forma irregular. Pero con esta máquina no: la masa sube perfectamente y, una vez  fuera de ella, los pastelitos no se bajan ni se achantan. Total, una joya.

En fin, que ésta es la máquina:

Tiene una luz piloto especial que indica cuando está suficientemente caliente para verter ya la masa, cosa que ocurre a los pocos minutos de haberla enchufado. Cada tanda de pastelitos (o lo que queráis, porque el pan rápido también sale muy bien) tarda como máximo 7-8 minutos en estar lista. La superficie que entra en contacto con la masa es totalmente antiadherente y se limpia de manera bastante fácil.

Tradicionalmente, los cake pops se suelen decorar mucho con  glaseados, perlitas de azúcar, chocolate fundido, etc. Como a mí no suelen gustarme estos aditamentos, en mis fotos los veréis más sencillos, tal como salen de la máquina. Eso sí, a veces los pincho en un palito de los que vienen incluidos en la máquina, aunque cualquier pinchito sirve.






Más que recetas, os daré mis trucos para que los pastelitos salgan perfectamente redondos y en su punto, ya que en la primera prueba, aunque estaban riquísimos, no me salieron tan bien. Ahí van, pues:

Primero, la masa tiene que tener una consistencia determinada. Pensad en una masa de bizcocho espesa, que al tomarla con una cuchara parezca que quiere escurrirse pero que no llegue a gotear si es que no sacudimos la cuchara.

Segundo, esta masa tiene que verterse en los huecos de la máquina hasta llenarlos a rebosar, aunque sin pasarse. De esta manera, la masa llega a tocar la parte metálica superior y se hace tan bien como la inferior.




Tercero, y esto es opcional pero aconsejable, no cuesta nada darles la vuelta con cuidado a mitad de cocción; así quedan hechos más uniformemente. Naturalmente, hay que usar un instrumento que no raye el material antiadherente y tener cuidado de no quemarse.

En cuando a recetas...lo bueno de esta máquina es que no requiere cantidades exactas. Yo, de hecho, nunca suelo medir los ingredientes. Pero, como orientación...

Mezclamos en un bol:

-Un vaso grande de harina bizcochona (con la levadura ya incorporada)
-Medio vaso grande de azúcar
-Las cantidades a ojo de cosas como: perlas de chocolate, almendra picada, coco rallado...y si queremos alguna especia adecuada como la canela.

A todo esto le añadimos:

-Un chorro bien generoso de aceite de girasol o similar
-La cantidad suficiente de leche vegetal (de soja, de almendra, de avena...) para formar una masa adecuada, con la consistencia que antes he descrito.Parte de este líquido puede ser agua.

Todo esto se mezcla bien aunque sin  batir, se vierte en los huecos de la máquina ayudándose con dos cucharas, y se siguen las instrucciones. Y ya está. Salen unos pastelitos redondos de rechupete.



Podemos partirlos por la mitad y rellenarlos, por ejemplo con crema de almendras, melaza, mermelada...


O incluso dividir la masa en dos boles, añadirle a uno algo de cacao en polvo y hacer pastelitos bicolor.



Las posibilidades son infinitas; ya por último os muestro unas fotos del pan rápido del que os hablaba:





En fin, que a la máquina, de la que la verdad no esperaba gran cosa, le doy un 9 al menos.