La técnica para hacer estos cubitos la vi hace tiempo en un video en línea, pero me ha sido imposible encontrarlo, así que he hecho la receta según me acordaba y a mi manera. Se trata básicamente de mezclar, emulsionándolo lo más posible, ajo y aceite en la picadora. Resultan unos cubitos que nadie diría que son de ajo...más bien parecen un postre, o bombones de chocolate blanco.
Os cuento, pues, cómo lo he hecho.
Primero he pelado y troceado groseramente los ajos...Nunca mejor dicho groseramente, ya que como siempre he utilizado mi martillo de goma.
Con esta técnica, que un día de éstos patentaré, se consigue de un solo golpe pelar y trocear los ajos. Un mazazo o dos a cada ajo y pelarlo será coser y cantar.
Aquí veis la cantidad de ajos que he usado:
Una vez pelados, se ponen en la trituradora...
...y se pican .
Luego es cuestión de ir añadiendo aceite progresivamente hasta que veamos que se ha emulsionado bien, o lo mejor posible de acuerdo con las características de nuestra procesadora.
A mí me ha quedado la mezcla algo granulada...Seguro que con uno de esos maquinones existentes en el mercado podríamos obtener una crema perfecta. Pero tampoco tiene tanta importancia...tampoco estamos haciendo helado de ajo.
Ahora sólo nos queda repartir la mezcla en moldecitos de una cucharadita máximo y congelarlos para utilizarlos a conveniencia en cualquier receta.
Los desmoldamos una vez duros y los guardamos en una caja o bolsa en el congelador.
Recordemos que los cubitos ya contienen aceite y tengámoslo en cuenta al elaborar nuestras recetas.
Os cuento, pues, cómo lo he hecho.
Primero he pelado y troceado groseramente los ajos...Nunca mejor dicho groseramente, ya que como siempre he utilizado mi martillo de goma.
Con esta técnica, que un día de éstos patentaré, se consigue de un solo golpe pelar y trocear los ajos. Un mazazo o dos a cada ajo y pelarlo será coser y cantar.
Aquí veis la cantidad de ajos que he usado:
Una vez pelados, se ponen en la trituradora...
...y se pican .
Luego es cuestión de ir añadiendo aceite progresivamente hasta que veamos que se ha emulsionado bien, o lo mejor posible de acuerdo con las características de nuestra procesadora.
A mí me ha quedado la mezcla algo granulada...Seguro que con uno de esos maquinones existentes en el mercado podríamos obtener una crema perfecta. Pero tampoco tiene tanta importancia...tampoco estamos haciendo helado de ajo.
Ahora sólo nos queda repartir la mezcla en moldecitos de una cucharadita máximo y congelarlos para utilizarlos a conveniencia en cualquier receta.
Los desmoldamos una vez duros y los guardamos en una caja o bolsa en el congelador.
Recordemos que los cubitos ya contienen aceite y tengámoslo en cuenta al elaborar nuestras recetas.
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